miércoles, 29 de enero de 2014

Situación del capitalismo internacional

La situación del capitalismo y la lucha de clases a nivel internacional está caracterizada
por la dominación global de los distintos polos imperialistas a través de los monopolios
y las oligarquías políticas y económicas anexas a ellos, no sin contradicciones y
pugnas en torno a zonas de influencia.
Esta hegemonía está caracterizada por el neoliberalismo, la globalización y el postfordismo,
teniendo como consecuencia la precariedad y la pobreza.
Dicha dominación y hegemonía global del imperialismo, en el marco de una de las
más graves crisis estructurales del sistema capitalista, se sustenta en torno al poder mediático,
al militar, al control político y económico y al dominio ideológico a través de los valores
individualistas burgueses y la religión. Esto se traduce en niveles inauditos de concentración
del capital y de la riqueza, de la esquilmación constante y la rapiña de recursos naturales y
fuerza de trabajo y el aumento de la represión, así como en un control férreo de los canales
informativos y las nuevas tecnologías, además del acceso a la cultura y el enfoque alienante
de esta. Esta dominación tiene también un marcado carácter militar, acentuado por la pugna
interimperialista por las zonas de control, la nueva perspectiva estratégica de la OTAN y su
renovada posición como brazo armado de la ONU.
Esta situación, si bien no es nueva, se ha ido agudizando en los últimos años debido
a los efectos de la crisis estructural del sistema capitalista, demostrando una vez más su
inutilidad para responder a las necesidades de los pueblos, tanto en lo estatal como en lo
internacional.
El desarrollo actual de la crisis demuestra que se trata de una crisis de sobreacumulación
de capitales en la esfera del sistema productivo que habían sido concentrados
en el período anterior por la explotación de la fuerza de trabajo, en condiciones de
crecimiento de la economía capitalista. Para comprender la actual crisis, en concreto, hay
que analizar que, para obtener ganancias, los capitales se han dirigido masivamente a la
actividad financiero-especulativa generando burbujas, es decir, desproporciones entre el
precio de un determinado activo y su valor real. Se pincha la burbuja cuando los capitales
pretenden apropiarse efectivamente como ganancia de una parte de la plusvalía total, lo que
no significa otra cosa que la constatación de que no hay plusvalía suficiente. Según estimaciones,
el tamaño del sector financiero global equivale a 3.7 veces el PIB mundial. En busca
de incrementar la plusvalía, se pasó de una sobreproducción en el mercado inmobiliario a
la ganancia de plusvalía a través del mercado financiero, lo que ha hecho que esta crisis sea
de las más duras que el sistema capitalista haya conocido.
Por ello, la solución atendiendo a los intereses objetivos de la clase obrera, no pasa
por la reforma del sistema hacia formas de gestión contrarias a la destrucción de fuerzas
productivas, como podrían proponer la socialdemocracia, sino por la destrucción de las relaciones
de producción capitalistas y la construcción del socialismo.

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